En la lucha electoral contra el oficialismo, los factores democráticos se han equivocado con el mensaje pues los principios como la democracia, los presos políticos, dictadura, el centralismo, el comunismo nada de eso interesa, todavía hay gente apoyando al “proceso”, y preservándolo como la panacea de sus males. El hambre es la única bandera y los únicos principios que se defienden son el desayuno, almuerzo y la cena.
Desde aquí nos preguntamos: ¿será que se perdieron los principios del libertador?, ¿que los ideales de libertad del siglo IXX están enterrados en el panteón?, y que cada ofrenda floral es nada más para constatar que siguen muertos los últimos venezolanos valientes.
En días como hoy, que la apatía enfermiza no deja ver lo peligroso de la afirmación, que diera el diputado Ricardo Capella (hermano del tristemente celebre ex Ministro de Salud Roger Capella ); cuando en medio de un destello de inteligencia revolucionara propuso ante
La libertad de expresión no se somete a referéndum, los derechos no pueden ser juzgados ni redefinidos, y la libertad de conciencia es la esencia del ser humano.
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