En un país donde la regla es complacer al tirano, que por demás adolece de cualquier vestigio de planificación, de la noche a la mañana se decreta un feriado nacional, cuando lo que necesita este país es mayor productividad y no más pérdida de tiempo y recursos. El gobierno nacional juega a lo mismo que jugó Cuba en Angola a la malévola “tierra arrasada”, es decir acabar con todo aparato productivo y sistema social para así refundar sobre los escombros la republica socialista que pregonan con el mismo discurso aprendido de caletre. Pero estos dogmas trasnochados chocan con el discurso populista y con más de un ministro que no sabe qué hacer a la hora de que se le ocurran al líder de este bochinche una locura como la del feriado obligatorio. Este miércoles es ultimo día de la recaudación de ISR, y cuando se debieron cuenta el ministro de las invasiones (vicepresidente), tuvo que correr y aclarar la metida de pata presidencial.
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