L a impunidad y el retardo procesal han disminuido sustancialmente en los últimos años. Por lo menos así lo aseguró ayer, ante los Fiscales Generales de Iberoamérica y sin que se le moviera una pestaña, la Fiscal General venezolana Luisa Ortega Díaz.
De acuerdo con la encargada del Ministerio Público (MP), todos los casos que llegan hasta esta instancia "son tratados con celeridad", mientras que el tema de la impunidad es una deuda que no se le puede achacar a su gestión pues este problemita tiene décadas produciéndose en Venezuela.
Consultada sobre los índices de impunidad que registran organizaciones no gubernamentales y que indican que más del 90% de los casos denunciados no encuentran justicia, la funcionaria indicó que las denuncias no son un buen medidor de la impunidad. Ortega explicó que 12,5% de éstas no son competencia del MP. "Además no todos los casos que se inician terminan en acusación", dijo.
Luisa Ortega también negó con vehemencia que la Fiscalía se guíe por criterios políticos en sus actuaciones. En este sentido justificó que los tres comisarios y los ocho funcionarios de la policía metropolitana no hayan sido juzgados en libertad, debido a la solicitud de asilo que hicieron ante la embajada de El Salvador. "Ellos demostraron que tenían la intención de evadir la justicia venezolana".
Igualmente, negó que los procesos penales contra gobernadores de la oposición, así como contra los dueños de medios de comunicación, estén relacionados con la posición política de estas personas. "Lo que existe son unos políticos perseguidos por unos delitos, que pretenden tener un manto de impunidad porque son dirigentes políticos".
Luego de estar año y medio frente a la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP), Ortega destacó cuatro logros de su gestión: la actualización de la página Web, la traducción de esta página al inglés, la impresión de la revista número dos de la organización y la organización del foro de ayer. De las metas alcanzadas en la cooperación entre estas instancias no dijo nada.
Por su parte el Vicepresidente de la República, Ramón Carrizalez, exaltó la gestión de Ortega y consideró que en Venezuela todo cambió luego de abril de 2002. "En 2002 ocurrió un caso atípico porque la principal víctima de la impunidad fue el gobierno".
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