La violenta e indiscriminada agresión armada, de la que fue objeto la marcha del pasado viernes 1º de Mayo, demostró claramente la disposición de Chávez de acabar con la democracia venezolana.
Un despliegue sin precedentes de GN, policías metropolitanos, policaracas, equipados con tanquetas, motos, rinocerontes, ballenas, y sobre todo con armas de diverso tipo, bombas lacrimógenas, gas pimienta, peinillas, fusiles con perdigones, y protegidos con petos, cascos, escudos, etc, fue utilizado para agredir la marcha de la oposición democrática.
Los arrodillados respectivos autorizaron una ruta fijada de manera arbitraria, pretendiendo aislar a los centenares de miles de marchistas del resto de la ciudad.
Allí comienza la agresión a los derechos de los ciudadanos. De manera insólita, el alcalde metropolitano, electo por más de 700 mil votos, ni siquiera es escuchado.
Se impide marchar hasta el sitio que se supone debería ser la expresión máxima de la representación popular, la Asamblea Nacional, y se recurre a una represión brutal. Por otro lado, estos hechos evidencian el miedo de Chávez al pueblo.
Que recurra a las armas, a la violencia, para enfrentar a los ciudadanos, es una demostración de que el deterioro de este régimen se ha puesto en marcha.
En todas partes han comenzado a aflorar las consecuencias de haber desperdiciado la más significativa oportunidad que haya tenido el país para avanzar. El ejercicio irresponsable del poder, su ineficacia y su corrupción sin parangón comienzan a pasar factura.
Sin los exorbitantes precios petroleros que alimentaron su discurso demagógico y populista, sólo le queda la represión, instalar el miedo, para avanzar en el plan de desmontar el sistema democrático, violentando cuantas veces sea necesario la Constitución nacional.
El plan concreto es: desconocer los mandatos populares y confiscarle al pueblo sus derechos. Asfixiar presupuestariamente a las universidades donde exista libertad de pensamiento.
Acabar con el sindicalismo autónomo como paso previo a la eliminación de la contratación colectiva. Imponer un modelo educativo para fabricar fanáticos, contando con supervisión cubana. Impedir los referendos, tanto el que tiene que ver con el despojo a la voluntad popular en el caso del alcalde mayor, como el de Maracaibo.
Suspender las elecciones de los diputados a la Asamblea Nacional para hacerlas coincidir con las de Presidente el año 2012. Los medios de comunicación y la dirigencia de oposición deben ser destruidos. Todos estos planes formaban parte de la reforma constitucional rechazada por el pueblo el 2-D-2007.
Las representaciones diplomáticas acreditadas en el país, así como las Fuerzas Armadas Nacionales deben asumir con responsabilidad, que un gobierno que viola la Constitución nacional, se coloca fuera del marco legal y no puede ser considerado democrático. La agresión cobarde del 1º de Mayo fue la expresión de 10 años de instigación al odio y la violencia.
(tomado de Tal cual de Freddy Núñez)
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